sábado, 5 de abril de 2014

¿Por qué abandonar la clase magistral de siempre?

Aula Fray Luis de León en la Universidad de Salamanca


Soy de Salamanca y cuando visitamos con alguien de fuera el aula Fray Luis de León en el Edificio Histórico de la Universidad solemos decir que hoy Fray Luis de León podría entrar en cualquiera de nuestras aulas y pronunciar su famosa frase "Como decíamos ayer" sin sentirse extraño en ellas.

Es cierto. Entre este aula y las actuales distan 500 años y no hay excesivas diferencias... Pero el mundo de los alumnos de Fray Luis y el de los nuestros no tiene nada que ver. Algo no encaja, no podemos ir tan desacompasados.


Como se recoge en digitalismo.com, la clase magistral está en crisis
Marc Prensky en su libro "Enseñar a nativos digitales" aboga por sustituir totalmente la clase magistral por una pedagogía de la asociación con un nuevo rol del docente como coordinador donde los estudiantes asuman mayor responsabilidad. 

Según Prensky, los docentes aplicamos una pedagogía basada en preguntas pertinentes (planes de estudio a partir de lo que nosotros consideramos que los estudiantes deben saber, consideramos pertinente), pero se trataría de generar preguntas reales, basadas en el mundo cotidiano del alumno y que tengan impacto en el mismo. Es decir, preguntas que permitan cambiar ese mundo.


Enumerando, algunas de las ventajas del Aprendizaje Basado en Proyectos que recoge Edutopía (The George Lucas Fundation) son:
  • Responsabilidad social y personal
  • Planificación, razonamiento crítico y creatividad
  • Capacidad de comunicación
  • Los estudiantes se conviertan en constructores de una nueva base de conocimiento y se conviertan en discípulos activos, para toda la vida (una nueva actitud)
  • Visualización y toma de decisiones. Toman el control de su aprendizaje, el primer paso en ese cambio de actitud
  • Saber cómo y cuándo utilizar la tecnología y escoger la herramienta más apropiada 

Entonces, ¿Tiene futuro la clase magistral?

Estoy de acuerdo con los autores de digitalismo que hablan más que de desaparición de la clase magistral, de evolución. Clases magistrales más breves (estilo conferencias TED) a cargo de estudiantes y profesores, combinadas con la tecnología y otra serie de actividades grupales que se conviertan en experiencias interactivas mucho más allá de la mera transmisión lineal de conocimiento. 

Para terminar me gustaría hacer una reflexión. Está claro que quienes nos embarcamos en cursos de este tipo creemos que se puede (se debe) impartir docencia de otra manera, que debemos evolucionar. Pero no comparto los postulados radicales, ahora esto es lo bueno y la mala de la película es la clase magistral. Los humanos nos alimentamos de historias y aprendemos mediante el ejemplo. En la clase magistral esto se pone en valor. Por mi experiencia (tanto alumna como profesora) cuando encuentras un buen/a contador de historias y un profesor ejemplar, te cambia la vida.











"Un profesor trabaja para la eternidad; nadie puede decir dónde acaba su influencia" 
Henry Adams, del libro Martes con mi viejo profesor 






5 comentarios:

  1. Tienes mucha razón. En el equilibrio está la virtud. Como casi todo en

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  2. Comparto tu opinión, Javier. Y cuánto ganan nuestras clases con esa combinación de experiencias. Muchas gracias por tu comentario ;-)

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  3. Gracias por este post Elena, totalmente de acuerdo con el no a los extremos, de todo se puede aprender si se sabe utilizar de la forma adecuada

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  4. Muy buena tu aportacion sobre todo porque consigue despertar preguntas en los maestros

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  5. María Jesús, Pablo, muchas gracias por vuestras palabras y por compartir reflexión

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